Cómo Compartir a Jesús con Amigos Heridos por la Iglesia

Muchos de nosotros conocemos amigos que solían ser cristianos activos, pero ahora ya no lo son.
Tener amistades significativas con estas personas es probablemente una de las cosas más complicadas de navegar para un cristiano. ¿Cómo compartes a Jesús con alguien que ya ha escuchado de Él antes, pero ha sido herido por las personas que dicen representarlo?
Las personas que han sido parte de una iglesia y se han ido pueden reconocer instintivamente cuando alguien intenta “venderles” algo. Esto significa que los métodos habituales de evangelización no están preparados para compartir a Jesús con un ex-cristiano. A eso se suma el hecho de que estas personas están heridas: no confían en la iglesia ni en cualquier intento de volverlas a llevar, por lo que las conversaciones necesitan ser mucho más sensibles y ágiles que con otros no cristianos.
Esto hace que cualquier conversación, no solo las de fe, sean complejas y con capas. Así que si estás buscando maneras de traer a Jesús a estas personas, nos encantaría ofrecerte algunas herramientas:
Reconoce su Dolor
Comienza validando sus experiencias. Reconoce que las personas en la iglesia no son perfectas y a veces pueden causar dolor. No seas despectivo con sus sentimientos; más bien, muestra empatía. Una declaración sencilla y sincera como, “Lamento mucho que la iglesia te haya hecho sentir así”, puede ser de gran ayuda para reconstruir la confianza.
Construye Confianza a Través de Disculpas
Incluso si nunca les has hecho daño directamente, pedir disculpas por el dolor que han experimentado puede ayudar a reconstruir la confianza en los cristianos en general. Reconocer las imperfecciones dentro de la iglesia y expresar tu pesar por el dolor causado. Este acto de humildad puede abrir puertas para conversaciones más profundas sobre la fe.
Sé Honesto Acerca de tus Propias Experiencias
No temas compartir tus propias decepciones y dolores. No es una debilidad mostrar que tú también te sientes lastimado por personas en la iglesia; es una fortaleza. Al mostrar que también enfrentaste desafíos y aun así sigues a Jesús, demuestras la resiliencia y la esperanza que se encuentran en una relación genuina con Él.
Cambia la Invitación
En lugar de centrarse en invitarlos de regreso a la iglesia, simplifica: simplemente invítalos a abrir sus corazones nuevamente a la persona de Jesús. Enfatiza que una relación personal con Él es mucho más importante que asistir a un servicio religioso. Este cambio les puede ayudar a ver la fe como algo profundamente personal y no ligado a sus experiencias negativas pasadas.
Regresa el Enfoque a Jesús
Céntrate en compartir historias de Jesús y Su compasión por aquellos heridos por personas religiosas. Destaca pasajes donde Jesús mostró un amor y cuidado inmenso por los marginados y aquellos maltratados por líderes religiosos, como:
- Juan 8:1-11: La mujer sorprendida en adulterio.
- Mateo 9:20-22: La mujer con la hemorragia de sangre.
- Mateo 12:9-13: El hombre con la mano seca.
Al construir relaciones con ex cristianos con genuina curiosidad y compasión, podemos ayudar a aquellos heridos por la iglesia a ver el amor y el cuidado de Jesús. Compartir a Jesús con aquellos que han sido heridos por la iglesia requiere paciencia, empatía y autenticidad. Estemos allí para nuestros amigos con empatía y amor genuino.
Escucha sus historias, ofrece disculpas sinceras y comparte tus propias experiencias. Haciendo esto, podemos ayudar a sanar sus heridas y mostrarles el verdadero amor de Jesús.
0 Comments
Sign in or create an account to join the conversation