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CV Global
21 Oct
2025
3
min read

Cómo compartir a Jesús de una manera comprensible

Aprende a hablar sobre Jesús de manera natural compartiendo tu historia, descubriendo tu "porqué" y haciendo que las conversaciones sobre la fe sean reales y relevantes.

La mejor manera de tener conversaciones comprensibles sobre Jesús

Sentirse atascado sobre cómo compartir tu fe puede ser una experiencia común para muchos cristianos. Es fácil sentirse inseguro acerca de qué decir o cómo articular lo que significa seguir a Jesús de una manera comprensible. Pero si vamos a tomarnos en serio la Gran Comisión, es una pregunta muy importante que debemos hacernos.

Así que, ¿cómo hacemos eso?

Compartir a Jesús en la vida cotidiana comienza con tener una comprensión clara de tu historia y cómo Jesús encaja en ella. Reflexionar sobre cómo Jesús ha tocado y transformado tu vida de manera única puede desbloquear una narrativa personal y convincente para compartir con otros, especialmente con amigos que aún no son cristianos.

La clave para hacer esto de manera efectiva es encontrar tu "por qué". ¿Alguna vez te has preguntado: '¿Por qué sigo a Jesús?' ¿Qué diferencia ha hecho Él en tu vida? Este 'por qué' forma una historia convincente que es exclusivamente tuya. Una vez que entiendes tu 'por qué', compartir a Jesús se convierte en algo más que articular hábilmente el evangelio o citar las Escrituras; se trata de compartir un relato genuino de cómo Jesús ha impactado tu vida, proporcionando un ejemplo real y comprensible de la fe en acción.

Tu experiencia personal con Jesús puede ser una manera intrigante y comprensible de presentar la fe cristiana a tus amigos. Se trata de usar tus experiencias para conectarte a un nivel más profundo, mostrando que la fe en Jesús no es solo un conjunto de creencias, sino un viaje transformador que cambia la vida. Al compartir tu historia, ofreces algo más que palabras; proporcionas una visión del poder de la fe y la verdadera diferencia que Jesús puede hacer en la vida de una persona.

Efesios 2:10 nos recuerda que somos obra de Dios, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que las hagamos. Este versículo nos anima a considerar nuestro propósito y llamado único en Cristo. Reflexiona sobre cómo la comprensión de tu identidad y propósito en Jesús ha moldeado tus decisiones y perspectivas de vida. ¿Cómo ha influido esta realización en tus acciones y perspectiva?

Aquí hay algunos puntos de partida que pueden ayudarte:

Comienza con una situación comprensible

Comparte una situación o desafío con el que la mayoría de las personas puedan conectarse. Esto podría ser una decisión que tuviste que tomar o un cambio significativo en tu vida. Esto establece un terreno común para que las personas se involucren con tu historia.

Explica la influencia de las Escrituras

Habla sobre cómo versículos específicos de la Biblia moldearon tu comprensión o acciones en esa situación. Esto demuestra la aplicación práctica de las Escrituras en la vida cotidiana.

Sé abierto sobre tus luchas

Compartir tus desafíos y cómo tu fe proporciona guía y consuelo hace que tu historia sea auténtica y comprensible.

Anima las preguntas y la escucha activa

Prepárate para participar en una conversación bidireccional, mostrando un interés genuino en las perspectivas e historias de los demás.

Comparte con humildad y gratitud

Céntrate en cómo Jesús jugó un papel fundamental en tus experiencias, destacando tu agradecimiento por Su guía y presencia.

Así que si sientes que no estás progresando en compartir tu fe, anímate: cada paso que des es una semilla importante sembrada que ayudará a las personas que amas a acercarse a una relación con Jesús.

¿Por qué no tomas un tiempo para escribir en un diario y meditar sobre estas ideas, las escrituras y tus experiencias personales? ¿Qué momentos destacan en tu jornada de fe? ¿Cómo han moldeado quién eres hoy?

Encontrar tu porqué y compartir estas reflexiones no solo puede fortalecer tu propia fe, sino que también puede ser un faro de esperanza e inspiración para otros que exploran su camino espiritual.

CV Global
14 Oct
2025
3
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¿Desanimado al compartir a Jesús? Por qué aún es importante

¿Alguna vez has sentido que compartir a Jesús no tiene efecto, especialmente con familiares o amigos cercanos? No estás solo. Incluso Jesús enfrentó resistencia de aquellos más cercanos a Él. Pero ten ánimo: cada palabra de verdad que compartes es una semilla, y Dios promete una cosecha. Este artículo te alentará a seguir plantando, incluso cuando los resultados no sean visibles, porque lo que hoy parece pequeño puede multiplicarse más allá de tu imaginación.

¿Alguna vez sientes que compartir a Jesús no sirve para nada? ¿Tal vez has pensado en abandonarlo por completo? Esta es una experiencia común al compartir el evangelio, especialmente con familiares y amigos cercanos. La historia y los lazos emocionales pueden hacer que estas interacciones sean incómodas y aparentemente infructuosas.

Entonces… ¿qué se puede hacer?

No estás solo en esta lucha, incluso Jesús enfrentó resistencia de aquellos más cercanos a Él. En Marcos 6:1–6, cuando Jesús enseñó en la sinagoga de Su pueblo natal, la gente era escéptica, despectiva e incluso ofendida. A pesar de Su sabiduría y milagros, su incredulidad limitó lo que Él podía hacer—sanó solo a unos pocos y se maravilló de su falta de fe. Fue entonces cuando dijo:

“Un profeta no carece de honor sino en su propia patria y entre sus parientes y en su propia casa.”

Si alguna vez has compartido a Jesús con familiares y amigos cercanos, comprendes la incomodidad y frustración que puede causar el introducir el evangelio en esas relaciones. Y a menudo, los resultados de tales esfuerzos pueden parecer bastante insignificantes. ¿Pero esto debería desalentarte de compartir tu fe? ¡Absolutamente no!

Compartir el evangelio se trata de sembrar semillas de fe, a menudo invisibles en su crecimiento. El impacto de tus palabras puede ser exponencialmente más significativo de lo que te das cuenta. Cada conversación, cada pieza compartida de escritura, es como sembrar una semilla que podría multiplicarse más allá de nuestra comprensión.

Jesús habló sobre este tipo de impacto en la Parábola del Sembrador. En Marcos 4:20, Él dice, “Otros, como semilla sembrada en buena tierra, oyen la palabra, la aceptan y producen una cosecha, unos treinta, unos sesenta y unos cien veces lo sembrado.” Puede que solo veas el acto de compartir, pero Dios ve la cosecha por venir. Lo que ahora parece pequeño o ineficaz podría multiplicarse mucho más allá de lo que jamás imaginaste.

Como dijo Albert Allen Bartless, profesor de física en la Universidad de Colorado:

“La mayor deficiencia de la raza humana es nuestra incapacidad para entender la función exponencial.”

Así que la próxima vez que te sientas frustrado, rechazado o que tus palabras parezcan no tener impacto, recuerda:

Simplemente no puedes comprender el efecto exponencial que puede tener compartir a Jesús. Y con toda probabilidad, es mucho mayor de lo que puedes imaginar. Pablo nos anima en Gálatas 6:9 : “Y no nos cansemos de hacer el bien, porque a su tiempo cosecharemos, si no desmayamos.”

La próxima vez que te sientas desalentado o frustrado, recuerda que cada acción que tomes y cada semilla que plantes tiene el potencial de multiplicarse más allá de tu comprensión. ¡Así que toma valor y toma acción!

CV Global
7 Oct
2025
4
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Redescubriendo la alegría en tu caminar con Jesús

Cuando la fe se siente más como una rutina que como algo radiante, es fácil perder la alegría en nuestro caminar con Jesús. Pero la sequía espiritual no tiene que ser permanente. Descubre cómo un cambio de enfoque de ti mismo a Dios, puede reavivar el deleite genuino en Él. Explora pasos prácticos para recuperar la pasión espiritual y por qué encontrar deleite es esencial no solo para ti, sino para mostrar a otros la belleza de Cristo.

La Biblia habla sobre "deleitarse" en el Señor, pero a menudo nuestro caminar cristiano puede sentirse de muchas formas menos así. La vida diaria, con su cansancio y rutina, puede volver el evangelio algo que sentimos más aburrido que emocionante, más monótono que especial. 

Por eso importa: cuando nuestra vida espiritual no es un ‘meh’, no se limita a lo personal, termina reflejándose hacia afuera. Esa actitud se filtra en nuestras acciones y en nuestras conversaciones con los demás. Y si queremos que las personas realmente vean la belleza y el amor de Jesús, ayuda cuando realmente lo estamos disfrutando nosotros mismos.

Entonces, si te sientes atascado o espiritualmente seco, ¿cómo sales de esa confusión y encuentras el deleite que Jesús promete? Aquí hay algunas ideas…

“Pero en la ley del Señor está su deleite, y en su ley medita de día y de noche” Salmo 1:2

Este versículo habla sobre la ley: los primeros cinco libros de la Biblia: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio. Y no sé ustedes, pero el libro de Números no exactamente grita deleite.

Seamos honestos: ¿por qué querrías pasar tiempo en la palabra de Dios día y noche cuando:

  • El lapso de atención promedio del ser humano es solo de 8,25 segundos (el de un pez dorado es de 9),
  • Más de 210 millones de personas luchan con la adicción a Internet y las redes sociales,
  • ¿Se sube una hora de contenido fresco a YouTube cada segundo?

Permanecer quieto y pasar tiempo en la palabra de Dios se siente más difícil que nunca. Pero eso no significa que la belleza de Dios se haya desvanecido, solo significa que puede que necesitemos un cambio de perspectiva.

Un problema de perspectiva

Aceptémoslo: la 'ley' puede sentirse pesada, restrictiva y difícil de cumplir. No es exactamente el tema de la mayoría de los sets de adoración.

Pero aquí está la clave: el deleite crece cuando dejamos de hacerlo sobre nosotros mismos.

Si todo gira en torno a tu esfuerzo, tus obras y tu posición delante de Dios, inevitablemente la ley se sentirá como un yugo. Pero si tu enfoque está en Dios, empezarás a ver que:

  • La ley refleja Su bondad y carácter,
  • Sus mandamientos están diseñados para ayudarnos a florecer,
  • Jesús cumplió la ley por nosotros, invitándonos a la libertad.

El deleite comienza cuando fijamos nuestros ojos en Dios, no en nosotros mismos.

Una hermosa promesa

Podrías estar pensando, “Es difícil enfocarse en Dios cuando mi vida se siente abrumadora”. Eso es justo. Cuando estamos estresados o heridos, es natural volverse hacia adentro. Pero mira esta promesa en Salmo 37:4:

“Deléitate en el Señor y él te concederá los deseos de tu corazón.”

Dios conoce tus necesidades y anhelos, y ¡Él quiere lo mejor para ti, más que tú mismo! Pero Su forma de satisfacer esas necesidades comienza con la confianza. En lugar de tratar de arreglar todo tú mismo, Él te invita a enfocarte primero en Él. De ahí es de donde fluye la paz y la provisión.

Encontrar deleite

Si tu relación con Jesús no se ha sentido deleitosa últimamente, no estás solo. De hecho, Dios incluso abordó esto en Apocalipsis 2, en Su mensaje a la iglesia en Éfeso:

“Conozco tus obras… Pero tengo esto contra ti, que has abandonado el amor que tenías al principio.” (Ap 2:1–7)

Esta iglesia estaba haciendo cosas buenas, llamando la atención sobre la falsa enseñanza, manteniéndose firme, pero habían perdido su amor. Su pasión. Su deleite.

Esto nos dice algo importante: incluso los cristianos más comprometidos pueden acabar actuando de manera automática. Podemos parecer “fuertes” espiritualmente, pero aun así perder nuestro amor por Jesús si olvidamos de qué se trata.

Por qué es importante

Deleitarse en Jesús no es solo una renovación personal, es una parte vital de la evangelización. Si nuestra fe se siente seca o mecánica, se va a notar. Las personas a nuestro alrededor notan si realmente disfrutamos del Dios que afirmamos seguir.

Pero cuando estamos arraigados en el deleite, naturalmente se desborda. Nuestras conversaciones ganan calidez. Nuestras acciones reflejan amor. Las personas se vuelven curiosas, no solo por lo que creemos, sino por qué estamos tan vivos.

Recuerda: la vida cristiana no es una carrera de velocidad; es un maratón. A veces está llena de alegría; a veces, no tanto. Pero si te sientes espiritualmente plano y quieres recuperar esa chispa, empieza aquí:

  • Ve más despacio. Cambia tu perspectiva. Medita en la bondad de Dios. Preguntar:
  • ¿Por qué estás agradecido?
  • ¿Qué partes del carácter de Dios te parecen hermosas?

Inténtalo esta semana y deja que el placer haga su trabajo.

CV Global
23 Sep
2025
5
min read

Cómo explicar el inexplicable amor de Jesús

¿Cómo explicas un amor que supera el conocimiento? El amor de Jesús es diferente a cualquier cosa que el mundo ofrezca: incondicional, sacrificial y profundamente personal. Este artículo explora tres formas significativas para ayudar a otros a encontrar ese amor: contrastándolo con el amor humano, compartiendo tu experiencia personal y orando por una revelación divina. Descubre cómo guiar a otros no solo a escuchar sobre el amor de Jesús, sino a experimentarlo por sí mismos.

¿Cómo le explicas a alguien el increíble, contradictorio e incondicional amor de Jesús? No nos referimos a explicar las reacciones bioquímicas que ocurren en tu cerebro, o cómo los filósofos han intentado encapsular el amor dentro de los confines de las palabras. No  ¿cómo convences a alguien de que el Dios del universo los ama sin importar quiénes son o qué han hecho?

En su libro "Practicar el Camino", John Mark Comer dice, “Como regla general, nos volvemos más amorosos al EXPERIMENTAR el amor, no al escucharlo en una conferencia o leerlo en un libro… Dejamos que Dios nos ame hasta convertirnos en personas de amor.”

Y en Efesios 3:19, Pablo dice que su oración para esa iglesia era que “conocieran este amor que supera el conocimiento.”

¿Cómo explicas algo que supera el conocimiento? Y cuando Jesús nos pide compartir el amor de Dios con todos (Marcos 16:15), ¿qué quiere decir Él? ¿Cómo se supone que hacemos eso?

Es cierto que la mayor parte de la responsabilidad de esto recae en Jesús. Él se revelará a alguien cuando lo decida (Mateo 11:27), pero hay cosas que tú puedes hacer para compartir el amor único, profundo e incondicional que Jesús ofrece.

Aquí hay tres maneras de hacerlo...

Destaca la diferencia entre el amor humano y el amor de Jesús.

Todos buscan un amor profundo e incondicional, pero generalmente recibimos amor condicional de los demás. Insatisfechos, recurrimos a cosas como relaciones, éxito, escapismo y distracciones para sentir satisfacción. Una manera práctica de compartir el amor de Jesús es demostrando cómo otros tipos de amor no pueden satisfacer completamente nuestros deseos más profundos. Solo Jesús puede satisfacer nuestra necesidad última de amor.

Aquí hay algunas maneras en que el amor de Jesús difiere del amor humano:

A menudo restringimos el amor cuando estamos heridos; Jesús ama sin importar qué. Nuestra capacidad de amar disminuye cuando estamos heridos. Está totalmente bien, pero tiene consecuencias. A menudo significa decepcionar a alguien o hacerles sentir mal. Sin embargo, el amor de Jesús nunca nos deja ni nos abandona. (Lee 1 Juan 4:9-10)

A menudo limitamos el amor cuando no estamos de acuerdo; Jesús ama sin importar qué.
‍Se necesita una profunda madurez para ponerte en los zapatos de otra persona, especialmente cuando esa posición es una con la que no estás de acuerdo. En nuestra frágil humanidad y pecado, eso significa que a menudo limitamos el amor a ciertas visiones del mundo y a ciertos grupos de personas. Sin embargo, la sabiduría, madurez y capacidad de amor de Jesús es infinitamente mayor que la nuestra, y Él ama sin importar qué. (Lee Romanos 5:8)

A menudo limitamos el amor para protegernos; Jesús se puso en peligro para protegernos. En lugar de un amor fácil, conveniente y seguro, Jesús eligió un amor que desafiaba las normas sociales, un amor que lo llevó a la cruz, el amor que lo puso en peligro para proteger a OTROS. (Lee Juan 15:13)

Comparte tu experiencia con el amor incondicional de Jesús.

Lleva el amor incondicional de Jesús de lo abstracto a lo práctico: “Aquí está lo que parece en mi vida… Da muchos ejemplos para mostrar cómo se mueve Él y que Él se mueve. Un testimonio, o un testigo, del amor incondicional de Dios es algo poderoso (Apocalipsis 12:11).

Ora para que tengan una revelación personal del amor de Jesús.

Aunque esté listado al final, la oración no es un último recurso. La oración tiene un poder increíble que no siempre tiene sentido para nosotros: ¿podemos realmente cambiar la mente de Dios? (Éxodo 32:11-14) ¿Cómo sabemos qué pedir? (Romanos 8:26) 

En su libro, "Oración para Principiantes", Peter Kreeft dice, “La razón por la cual esta oración es tan poderosa es porque el nombre de Jesús no es solo un conjunto de letras o sonidos.” La oración funciona por el poder de Dios, no por el nuestro. 

Cuando oras para que tu amigo tenga una revelación personal del amor de Jesús, no es como si estuvieras pidiendo un coche deportivo, Él no es el tipo de Dios que se niega algo tan hermoso e importante como la revelación.

Es algo poderoso cuando alguien comprende el amor incondicional. Confía en que Jesús quiere esto también para tus amigos. Él se revelará a las personas en su momento perfecto y sabio, pero recuerda que Él también quiere usarte a ti. Así que tu papel es simplemente mostrarle a las personas que la respuesta a sus deseos más profundos está en el amor incondicional de Jesús. ¡Sal ahí fuera y difunde el amor!

CV Global
23 Sep
2025
4
min read

¿Atrapado en la burbuja cristiana? Aquí está cómo liberarte

¿Te sientes atrapado en tu círculo cristiano? No estás solo, pero estás llamado a más. Este artículo explica lo que significa vivir como embajador de Cristo fuera de tu zona de confort. Descubre tres pasos prácticos para salir de la burbuja cristiana, construir relaciones significativas con no creyentes y compartir a Jesús en la vida diaria. Es hora de salir y vivir en misión.

¿Estás atrapado en una burbuja cristiana?

Alguien de nuestra comunidad compartió recientemente una poderosa reflexión:

El año pasado, me di cuenta de que estaba viviendo en una burbuja cristiana. Era cómodo, pero olvidé que hay un gran mundo allá afuera que necesita a Jesús.

No hay nada de malo en estar profundamente conectado en la comunidad cristiana, ¿verdad? ¡Verdadero! La Biblia nos anima específicamente a hacer exactamente eso. Sin embargo, a veces nos envolvemos tanto en nuestra vida cristiana que olvidamos nuestro propósito principal: compartir el amor de Jesús con todos. 

Esto resalta un problema obvio:

¿Cómo compartes a Jesús con personas cuando todos los que conoces ya son cristianos?

Seamos honestos, es fácil racionalizar por qué es saludable servir en la iglesia y ser discipulado por otros creyentes. Sin embargo, la importancia de estas cosas no está en cuestión.

Pablo dice en 2 Corintios 5:20 que todos somos embajadores de Cristo, como si Dios estuviera haciendo su llamamiento a través de nosotros.

Aquí está la verdadera pregunta: ¿estás siendo un embajador de Jesús?

Un embajador es alguien enviado por un país como su representante permanente en un país extranjero. Un embajador no puede hacer su trabajo en su país de origen. Jesús ejemplificó esto, pues lo vemos desarrollar amistades cercanas con personas fuera de sus círculos naturales: recaudadores de impuestos, pecadores y los marginados de la sociedad. Y lo hizo no solo para sanar sus cuerpos sino para salvar sus almas (Lucas 15:2, 1Lucas, 7:34Lucas, 5:20, Lucas 19:7)

Estamos llamados personalmente a seguir el ejemplo de Jesús. Piénsalo de esta manera: la única razón por la cual la iglesia ha crecido a lo largo de la historia es porque cristianos individuales han decidido salir de su zona de confort.

¿Qué elegirás?

Aquí tienes 3 formas de salir de tu zona de confort…

1. Expande tus relaciones más allá de las fronteras conocidas

¿Cómo te conectas naturalmente con las personas? ¿Eso permite que comiencen y florezcan amistades con no cristianos? ¿O te mantiene en los círculos cristianos? Podrías considerar ser voluntario para una causa local, unirte a un club deportivo comunitario o simplemente conocer a tus vecinos.

2. Cultiva relaciones intencionales

Haz un esfuerzo consciente por construir relaciones genuinas con personas de diferentes caminos de la vida. Muestra interés en sus historias, comparte experiencias de vida, y cuando el momento se sienta adecuado, teje tu narrativa de fe como parte natural de tu interacción.

3. Abraza el evangelismo cotidiano

Prepárate con maneras simples y efectivas de compartir el evangelio durante la vida diaria. Usa recursos como yesHEis para prepararte para estas oportunidades, y pide al Espíritu Santo orientación para reconocer y actuar en estas oportunidades con valentía y amor.

Evalúa tus círculos sociales existentes: ¿necesitas salir de los círculos cristianos para ser más accesible para no cristianos?

CV Global
9 Sep
2025
5
min read

Cómo Compartir a Jesús con Amigos Heridos por la Iglesia

Muchas personas han abandonado la fe no por Jesús, sino por experiencias dolorosas con cristianos. Este artículo explora cómo los cristianos pueden abordar conversaciones con ex creyentes con empatía, honestidad y humildad. Al reconocer el dolor, ofrecer disculpas genuinas y enfocar nuevamente la relación personal con Jesús, podemos ayudar a reconstruir la confianza y compartir Su amor de una manera sensible y significativa.

Muchos de nosotros conocemos amigos que solían ser cristianos activos, pero ahora ya no lo son.

Tener amistades significativas con estas personas es probablemente una de las cosas más complicadas de navegar para un cristiano. ¿Cómo compartes a Jesús con alguien que ya ha escuchado de Él antes, pero ha sido herido por las personas que dicen representarlo?

Las personas que han sido parte de una iglesia y se han ido pueden reconocer instintivamente cuando alguien intenta “venderles” algo. Esto significa que los métodos habituales de evangelización no están preparados para compartir a Jesús con un ex-cristiano. A eso se suma el hecho de que estas personas están heridas: no confían en la iglesia ni en cualquier intento de volverlas a llevar, por lo que las conversaciones necesitan ser mucho más sensibles y ágiles que con otros no cristianos.

Esto hace que cualquier conversación, no solo las de fe, sean complejas y con capas. Así que si estás buscando maneras de traer a Jesús a estas personas, nos encantaría ofrecerte algunas herramientas:

Reconoce su Dolor

Comienza validando sus experiencias. Reconoce que las personas en la iglesia no son perfectas y a veces pueden causar dolor. No seas despectivo con sus sentimientos; más bien, muestra empatía. Una declaración sencilla y sincera como, “Lamento mucho que la iglesia te haya hecho sentir así”, puede ser de gran ayuda para reconstruir la confianza.

Construye Confianza a Través de Disculpas

Incluso si nunca les has hecho daño directamente, pedir disculpas por el dolor que han experimentado puede ayudar a reconstruir la confianza en los cristianos en general. Reconocer las imperfecciones dentro de la iglesia y expresar tu pesar por el dolor causado. Este acto de humildad puede abrir puertas para conversaciones más profundas sobre la fe.

Sé Honesto Acerca de tus Propias Experiencias

No temas compartir tus propias decepciones y dolores. No es una debilidad mostrar que tú también te sientes lastimado por personas en la iglesia; es una fortaleza. Al mostrar que también enfrentaste desafíos y aun así sigues a Jesús, demuestras la resiliencia y la esperanza que se encuentran en una relación genuina con Él.

Cambia la Invitación

En lugar de centrarse en invitarlos de regreso a la iglesia, simplifica: simplemente invítalos a abrir sus corazones nuevamente a la persona de Jesús. Enfatiza que una relación personal con Él es mucho más importante que asistir a un servicio religioso. Este cambio les puede ayudar a ver la fe como algo profundamente personal y no ligado a sus experiencias negativas pasadas.

Regresa el Enfoque a Jesús

Céntrate en compartir historias de Jesús y Su compasión por aquellos heridos por personas religiosas. Destaca pasajes donde Jesús mostró un amor y cuidado inmenso por los marginados y aquellos maltratados por líderes religiosos, como:

Al construir relaciones con ex cristianos con genuina curiosidad y compasión, podemos ayudar a aquellos heridos por la iglesia a ver el amor y el cuidado de Jesús. Compartir a Jesús con aquellos que han sido heridos por la iglesia requiere paciencia, empatía y autenticidad. Estemos allí para nuestros amigos con empatía y amor genuino.

Escucha sus historias, ofrece disculpas sinceras y comparte tus propias experiencias. Haciendo esto, podemos ayudar a sanar sus heridas y mostrarles el verdadero amor de Jesús.

CV Global
2 Sep
2025
3
min read

¿Te sientes atascado compartiendo a Jesús? No estás solo

¿Dificultades para compartir tu fe? No estás solo. Muchos creyentes apasionados enfrentan obstáculos cuando sus métodos usuales no conectan. Este artículo fomenta un cambio en el evangelismo, destacando el poder de la adaptabilidad a través de las escrituras, historias de la vida real y consejos prácticos. Descubre cómo pequeños cambios en el enfoque pueden abrir nuevas puertas para conversaciones significativas sobre Jesús.

Lo estás intentando. Quieres ayudar a las personas a conocer a Jesús. Te has arriesgado, compartido tu fe, tal vez incluso invitado a alguien a la iglesia. Pero parece que nada está llegando.

Sin conversaciones reales. Sin gancho. Solo... silencio.

Si es ahí donde te encuentras, no estás solo. Escuchamos esto todo el tiempo. Te importa profundamente que otros se encuentren con Jesús, pero tus formas habituales de compartir no parecen estar conectando.

¿Y ahora qué?

Antes de rendirte, tal vez sea el momento de intentar otro enfoque. Un pequeño cambio de enfoque puede abrir puertas que no esperabas.

La clave del evangelismo: Adaptabilidad

La mayoría de nosotros recurrimos a lo que es cómodo cuando compartimos a Jesús. Es humano. Encontramos un enfoque que nos gusta: una invitación a la iglesia, un testimonio, una buena pregunta, y lo repetimos.

Pero el evangelismo no es talla única. Las personas son diferentes. Y a veces, aferrarse al mismo método una y otra vez puede dejarnos atascados.

Aquí hay una historia que podría inspirarte a repensar tu enfoque:

"He estado paseando al perro de mi vecino en el parque y sigo encontrándome con el mismo chico al que le gusta consumir drogas 😅 Lo he invitado a la iglesia varias veces, pero nunca se ha sentido realmente cómodo con esto. Aún así, seguí orando por él. Pero recientemente, cambié de táctica y le pregunté si le gustaría seguir a Jesús, ¡y él dijo que sí! Así que lo guié en la oración del pecador."  comunidad yesHEis

Mismo chico. Mismo corazón. Enfoque diferente, y funcionó.

La invitación a la iglesia no conectó. Pero la pregunta "¿Quieres seguir a Jesús?" impactó. ¿Por qué? Porque lo alcanzó donde estaba.

El apóstol Pablo lo entendió.

Pablo escribe en 1 Corintios 9:22, "Me he hecho todo para todos, para que de todos modos salve a algunos."

Él no cambió el mensaje, pero sí cambió su método. Se adaptó a las personas que tenía delante.

Tal vez sea hora de que nosotros también lo hagamos.

Cómo crecer en adaptabilidad

Obtén la dirección de Dios. Pídele a Dios sabiduría. Él conoce a la persona que estás tratando de alcanzar mejor que tú. Pregúntale: → ¿Cómo puedo acercarme a ellos de una manera que hable directamente a su corazón?

Reconocer cuando es hora de cambiar. Solo porque una conversación parece un callejón sin salida no significa que lo sea. A veces, es una señal para intentar algo nuevo. → ¿Qué puedes ajustar de tu tiempo, tono o preguntas?

Estar dispuesto a probar algo nuevo. Tal vez no necesiten una invitación a la iglesia. Tal vez necesiten tu historia. O una oración. O alguien que escuche. → ¿Qué podrías hacer diferente la próxima vez?

Aprender de otros ¿Quién te inspira a ser flexible y valiente? Rodéate de esas personas. → Una manera de hacerlo es mantenerte conectado con la comunidad yesHEis. ¡Hay historias como estas compartidas cada semana!

No tienes que forzarlo, solo mantente abierto

¿Qué tipo de evangelista podrías llegar a ser si dejas la presión de hacerlo bien y en su lugar te centras en estar disponible, receptivo y adaptable?

A veces, el cambio que ayuda a alguien a conocer a Jesús no es grande, solo es valiente. Y está listo cuando tú lo estés.

CV Global
26 Aug
2025
5
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Cuando Compartir a Jesús No Va Según Lo Planeado

La decepción en la evangelización es natural, especialmente cuando nuestros esfuerzos no salen como esperábamos. Incluso Jesús experimentó el rechazo. Pero la verdadera medida del éxito no reside en el resultado, sino en nuestra fidelidad para compartir. Este artículo explora cómo reflexionar sobre las oportunidades perdidas, ajustar las expectativas y seguir sembrando semillas de fe, confiando en que Dios trae el crecimiento.

¿Alguna vez te has sentido decepcionado después de compartir a Jesús con alguien? Quizás una conversación sobre la fe no fue como esperabas, tu testimonio no pareció resonar o una invitación a la iglesia fue rechazada. ¿Podemos decirte algo? Está bien sentirse decepcionado cuando compartir a Jesús no salió según lo planeado.

La decepción a menudo surge de la brecha entre nuestras expectativas y la realidad. Incluso Jesús enfrentó esto. En su ciudad natal de Nazaret, fue rechazado por las mismas personas que lo conocían bien (Lucas 4:16-30). Sus propios discípulos, a pesar de presenciar sus milagros y estar en su presencia, carecieron de fe durante una tormenta (Mateo 8:23-27).

Esos momentos probablemente no se desarrollaron de la manera que Jesús hubiera querido. Si bien la decepción es algo con lo que todos nos encontramos, la verdadera prueba radica en cómo elegimos responder. Si no tenemos cuidado, la decepción puede fácilmente convertirse en desánimo cuando empezamos a creer que hemos fallado. Pero la verdad es: el evangelismo exitoso no depende del resultado, sino de nuestra fidelidad para sembrar las semillas.

En Mateo 13, Jesús comparte una parábola sobre un agricultor que esparce semillas en diferentes tipos de suelo. Los resultados varían, no debido al esfuerzo del sembrador sino por la condición del suelo. Esto nos recuerda que nuestro trabajo es plantar semillas fielmente: el estado del suelo y el crecimiento están en manos de Dios. 

Si estás leyendo esto y sintiéndote decepcionado por un resultado inesperado después de compartir a Jesús, ¡sabemos que te celebramos! Fuiste obediente al llamado de compartir el evangelio y plantaste una semilla de fe. Pero si esta experiencia te ha dejado con ganas de crecer y prepararte para la próxima vez, aquí tienes tres preguntas que puedes hacerte para ayudar a afinar tu enfoque para tu próxima oportunidad de compartir a Jesús.

1. ¿Qué puedo aprender de la última vez?

Si bien el crecimiento de las semillas que plantamos depende de la condición de su corazón y la obra del Espíritu, podemos usar nuestras experiencias pasadas para ajustar nuestro enfoque y darle a la Palabra de Dios la mejor oportunidad de conectar.

Para hacer esto, comienza reflexionando sobre tu experiencia más reciente compartiendo a Jesús. Considera lo que salió bien y dónde podría haber margen de mejora. Si buscas áreas específicas para reflexionar, prueba haciendo preguntas como:

  • ¿Dónde sentí la presencia o guía de Dios durante la conversación?
  • ¿Cómo respondí a sus preguntas, inquietudes o reacciones?
  • ¿Comuniqué a Jesús de una manera que fue comprensible y significativa para ellos?
  • ¿Estaba escuchando activamente para entender o estaba más concentrado en lo que quería decir?

Reflexionar sobre estos momentos es un paso saludable hacia el crecimiento, pero es importante no dejar que se convierta en exceso de pensamiento. Celebra los logros, toma nota de las lecciones y luego sigue adelante. Permanecer demasiado tiempo en una sola experiencia puede llevar a la duda y al desánimo. En cambio, usa lo que has aprendido para estar mejor preparado para la próxima oportunidad que Dios traiga.

2. ¿Qué puedo esperar para la próxima vez?

Las expectativas que tenemos cuando plantamos semillas de fe pueden afectar en gran medida la presión que nos ponemos a nosotros mismos y cómo nos sentimos sobre el resultado. La verdad es que no todas las semillas mostrarán resultados inmediatos, pero cada una juega un papel en la historia más grande que Dios está tejiendo.

Si juzgáramos el éxito del ministerio de Jesús en el momento de su crucifixión, parecería un fracaso. Sin embargo, fue el punto de inflexión en la historia más grande jamás contada. De manera similar, lo que puede parecer un intento fallido de compartir a Jesús podría ser en realidad un paso hacia algo más grande que Dios está trabajando. Así que ajustemos nuestras expectativas para recordar que los tiempos y propósitos de Dios están más allá de nuestra comprensión, y podemos confiar en que su palabra nunca vuelve vacía (Isaías 55:11).

3. ¿Qué hago ahora?

Sigue compartiendo a Jesús. Los grandes evangelistas no se destacan por unos pocos éxitos, se destacan porque siguen compartiendo a Jesús, sin importar el resultado. Cada experiencia construye confianza y resiliencia, preparándonos para la próxima oportunidad que Dios traiga. Si una conversación no salió según lo planeado, ten ánimo, reflexiona y confía en Dios para otra oportunidad. La perseverancia constante y paciente puede a menudo testificar el poder de la fe en Jesús. Las personas con las que compartimos nuestra fe pueden incluso empezar a pensar, "Si les importa lo suficiente como para seguir volviendo con amor y paciencia, quizás haya algo en esto."

Da el siguiente paso: no dejes que la decepción te detenga. Sigue compartiendo a Jesús con amor y fidelidad, confiando en que cada esfuerzo cuenta. Reflexiona, ajusta y sigue adelante, sabiendo que Dios está obrando a través de ti. Cada semilla que plantas importa, y en su tiempo habrá una cosecha.

‍Comienza hoy; tu fidelidad puede tener un impacto eterno.

CV Global
19 Aug
2025
6
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¿Cómo hablo de Jesús con alguien que no es tan religioso?

Compartir a Jesús con amigos no religiosos no tiene que sentirse incómodo o forzado. Este artículo muestra cómo la cultura pop, como películas, música y juegos, puede ser un puente hacia conversaciones más profundas. Usa historias que ya aman para revelar verdades eternas sobre Jesús de una manera que se sienta real y relevante.

Tienes un amigo. Te preocupas por ellos. Y en algún momento, probablemente te has preguntado:

"¿Cómo hablo de Jesús de una manera que realmente tenga sentido para ellos?" "No crecieron yendo a la iglesia." "No están muy interesados en la religión."

Pero aún así quieres compartir tu fe de una manera que se sienta real, no rara.

No estás solo. Muchos de nosotros nos sentimos atrapados aquí. Queremos hablar de Jesús, pero no queremos que se sienta forzado, fuera de lugar o que parezca una conferencia. Así que aquí tienes una idea: en lugar de empezar con teología, empieza con lo que ya conocen.

Películas. Música. TikTok. Videojuegos. Historias que aman.

Estas cosas realmente pueden ayudarte a hablar de Jesús de maneras que se sientan naturales y significativas. La cultura pop no es un obstáculo, es un puente. La mayoría de la gente hoy está mucho más familiarizada con el universo Marvel que con el Evangelio de Juan. Pero eso no significa que no puedas hablar de Jesús. Simplemente significa que tal vez necesites empezar en otro lugar.

La cultura pop está llena de los tipos de temas de los que hablaba Jesús: sacrificio, redención, amor, propósito, identidad. Cuando haces esas conexiones, abre la puerta a conversaciones más profundas. Aquí tienes solo algunos ejemplos.

Empieza donde ya estás conectado

Las Crónicas de Narnia: Cuando Aslan da su vida para salvar a Edmund, no es solo un momento poderoso. También es un reflejo de cómo Jesús dio su vida por nosotros. Esa historia ya podría ser familiar para tu amigo, y podría ser la manera perfecta de presentar quién es realmente Jesús.

La Leyenda de Zelda: En el juego, Link arriesga todo para traer paz a un mundo roto. Suena mucho como Jesús, ¿verdad? Entró en un mundo roto, enfrentó al mal de frente e hizo lo que nadie más pudo hacer para traer esperanza y restauración.

Música. Toma una canción como "All of Me" de John Legend. No se trata solo de romance. Toca algo que todos deseamos: amor real e incondicional. Ese tipo de amor apunta a algo más profundo. Es el tipo de amor que Dios ofrece, y puede ser un excelente punto de partida para una conversación sobre lo que realmente significa el amor.

Cuatro maneras de conectar la cultura pop con la historia de Jesús

1. Encuentra intereses comunes. Empieza por lo que les interesa: películas, libros, juegos, música. La mayoría de esas historias tienen temas más profundos. Pregunta sobre lo que aman y por qué. Deja que eso te guíe a un territorio más significativo.

Prueba diciendo: “¿Qué tipo de películas te gustan?” “¿Quién es tu artista favorito ahora?” “Juegas mucho ese juego, ¿qué te gusta de él?”

2. Trae paralelismos. Una vez que la conversación comience, puedes hacer algunas conexiones simples.

“¿Sabes cómo en Clash of Clans, siempre estás construyendo defensas para proteger tu base? Me recuerda cómo las personas también tratan de protegerse en la vida real. Eso es algo sobre lo que Jesús realmente habla para mí: cómo no necesito vivir solo o estar constantemente a la defensiva.”

“¿Has notado cómo la gente en TikTok siempre busca ‘likes’ y validación? Creo que todos queremos ser vistos y aceptados. He encontrado eso en Dios: amor real que no cambia dependiendo de cómo me desempeño.”

“Hay esa línea en Blinding Lights, 'Me quedo sin tiempo', y me hace pensar en cuántas veces perseguimos cosas que nunca satisfacen realmente. Yo solía hacer eso también, pero la fe me dio algo que perdura.”

3. Empieza con una historia. A veces ayuda a empezar con algo que ya conocen bien, como Star Wars.

“¿Sabes cómo Anakin se supone que debe traer equilibrio a la Fuerza? Esa idea de un 'elegido' me recuerda a Jesús. Él vino para traer paz también, pero no solo entre personas, sino entre nosotros y Dios.”

“Piensa en Darth Vader. No importa cuán perdido parecía, Luke todavía creía que podía ser redimido. Así es exactamente como veo lo que Jesús hace con nosotros.”

4. Fomenta la curiosidad. No tienes que presionar un mensaje. A veces lo mejor que puedes hacer es hacer una buena pregunta.

“¿Por qué crees que nos atraen tanto las historias sobre sacrificio?” “¿Alguna vez has notado cuántas canciones tratan sobre el amor, ser conocido y aceptado? Creo que eso dice algo sobre lo que todos anhelamos.”

Estas preguntas no presionan a nadie. Simplemente abren espacio para una conversación real. Y ahí es donde la fe puede comenzar a echar raíces. No necesitas un sermón, solo un punto de partida

Usar algo que tu amigo ya ama, como música, películas, historias o tendencias, puede ser una de las maneras más naturales de iniciar una conversación sobre Jesús. No estás cambiando el mensaje. Sólo estás encontrando un mejor lugar para comenzar. Ya sabes que Jesús trae vida, esperanza y amor. ¿Y si la historia que tu amigo ha estado viendo o escuchando realmente los está preparando para escuchar la Suya?

Así que la próxima vez que charles sobre tu serie favorita o lo que está de moda, escucha atentamente. Puede que encuentres tu oportunidad. Y cuando lo hagas, ve por ello.

CV Global
12 Aug
2025
6
min read

Reconociendo la Voz del Espíritu Santo al Compartir a Jesús

¿Te cuesta saber cuándo o cómo compartir a Jesús? Este artículo te ayuda a reconocer la voz gentil y pacífica del Espíritu Santo y alinearte con Su guía. Descubre maneras prácticas de ganar confianza y claridad mientras sigues Su dirección en momentos cotidianos de fe.

¿Alguna vez te has sentido inseguro acerca de compartir a Jesús, como si no supieras qué decir o cuándo decirlo?

No estás solo. Muchos de nosotros nos sentimos dudosos, no porque no nos importe, sino porque no estamos seguros de cómo reconocer el momento adecuado o si Dios nos está guiando en ello.

Ahí es donde entra el Espíritu Santo.

Quizás has oído a la gente hablar sobre ser guiado por el Espíritu, pero realmente no has sabido qué significa eso. La verdad es que el Espíritu Santo juega un papel clave en ayudarnos a compartir a Jesús de una manera oportuna, auténtica y significativa.

Pero si no reconocemos Su voz, es fácil dudar de nosotros mismos o perder la oportunidad por completo. Entonces, ¿cómo empezamos a escucharlo más claramente?

El Espíritu Santo a menudo habla de maneras que son amables, personales y distintas. Su voz lleva ciertas características: un tono amoroso, un impulso interno silencioso, un sentido de paz en lugar de presión. Y siempre se alinea con las escrituras. Exploremos qué significa eso, y cómo puedes empezar a discernir Su voz con mayor confianza.

Características de la Voz del Espíritu Santo

Piensa en cuando tu mamá o tu mejor amigo te llaman por teléfono. ¿Con qué frecuencia notas que se presentan? A menudo pueden simplemente decir: “Hola, soy yo”, y de inmediato sabes quién está hablando. ¿Por qué? Es porque los reconoces simplemente por la forma en que hablan.

Del mismo modo, el Espíritu Santo tiene características particulares que pueden ayudarnos a reconocer Su voz cuando nos está hablando.

Exploremos algunas de estas características:

1. Su Tono

La historia de Elías en Horeb (1 Reyes 19:11-12) muestra que la voz de Dios a menudo viene como un suave susurro. Este tono sutil y tranquilo requiere que creamos momentos de quietud en nuestras vidas para escucharlo.

2. Su Timbre

El Salmo 23:2 describe la guía de Dios como llevándonos junto a aguas tranquilas, resaltando la paz y tranquilidad de la voz del Espíritu Santo. Cuando sientes un profundo sentido de paz, es una señal de que el Espíritu Santo te está hablando.

3. Su Resonancia

Hechos 2:1-4 ilustra la resonancia del Espíritu Santo dentro de una comunidad durante Pentecostés. Su presencia trae unidad y comprensión colectiva. Cuando el Espíritu Santo habla, Su mensaje a menudo resuena profundamente dentro de nuestra comunidad.

4. Su Ritmo

En Hechos 16:6-10 Pablo y sus compañeros fueron guiados por el perfecto tiempo del Espíritu Santo. Reconocer Su ritmo significa entender que la guía del Espíritu Santo incluye el momento adecuado para actuar.

5. El Espíritu de la Verdad

Juan 16:13 promete el Espíritu de la Verdad que se alinea con la escritura. La guía del Espíritu Santo siempre será coherente con la verdad bíblica, proporcionando una base confiable para nuestras acciones.

6. La Biblia - La Palabra de Dios

2 Timoteo 3:16-17 enfatiza que toda la Escritura es inspirada por Dios. La voz del Espíritu Santo siempre se alineará con las enseñanzas bíblicas, asegurando que Su guía sea digna de confianza.

Avanzando: Pasos Prácticos

Prueba a integrar estos pasos prácticos en tu rutina diaria para ayudarte a aprender a discernir efectivamente y con confianza la voz y los impulsos del Espíritu Santo:

Crea Momentos de Quietud: Reserva tiempo diariamente para estar en quietud y escuchar el suave susurro del Espíritu Santo.

Busca Paz: Busca el profundo sentido de paz que acompaña la guía del Espíritu Santo.

Involúcrate con la Comunidad: Presta atención a la resonancia del Espíritu Santo dentro de tu comunidad y participa en el discernimiento colectivo.

Confía en Su Tiempo: Sé paciente y espera el momento adecuado para actuar, confiando en el ritmo perfecto del Espíritu Santo.

Alinea con las Escrituras: Siempre verifica que la guía que recibes sea consistente con la verdad bíblica.

¡Imagina la libertad y la alegría que podrías tener al compartir a Jesús sabiendo que estás siendo guiado por el Espíritu Santo! No es solo una posibilidad, es tu realidad cuando aprendes a discernir la voz del Espíritu Santo.

¡Cuanto más practiques, más clara será Su voz y más seguro estarás de compartir a Jesús con los que te rodean!

CV Global
5 Aug
2025
4
min read

No necesitas palabras perfectas, solo tu historia de Jesús

¿Te sientes demasiado nervioso o no preparado para compartir a Jesús? No estás solo. La buena noticia es que no necesitas palabras perfectas o una teología profunda, solo tu historia. Este artículo te da poder para compartir tu testimonio personal con valentía, mostrando cómo tu camino con Jesús puede llevar poderosamente a otros hacia Él. No se trata de ser un experto, se trata de ser real.
“Me siento demasiado nervioso o no preparado para compartir a Jesús porque no tengo todas las palabras correctas o conocimiento.”

¿Te suena familiar? No estás solo. Muchos cristianos se sienten así, preocupados por no saber qué decir o por no poder responder preguntas difíciles. Pero aquí está la buena noticia: no necesitas ser un experto para compartir a Jesús.

Uno de los métodos más fáciles y poderosos para compartir tu fe es contando tu propia historia.

Tu historia es tu superpoder.

Apocalipsis 12:11 dice: “Ellos lo vencieron (a Satanás) por la sangre del Cordero y por la palabra de su testimonio.” Ese versículo nos dice algo increíble: tu historia importa. Es parte de cómo vencemos la oscuridad. La historia de cómo Jesús te redimió es poderosa porque es honesta, personal y real. Y nadie puede argumentar contra eso.

Cómo compartir tu historia

No necesitas un guion o entrenamiento especial. Solo necesitas reflexionar sobre tres preguntas simples:

1. ¿Cómo era la vida antes de que conocieras a Jesús?
Piensa en lo que te preocupaba o en lo que te faltaba. ¿Cuál era tu mentalidad sobre Jesús o la fe en ese momento?

2. ¿Cómo conociste a Jesús? ¿Fue a través de un amigo, una iglesia o un momento personal? Concéntrate en lo que estaba pasando en tu corazón, mente o espíritu, no solo en los eventos.

3. ¿Cómo es tu vida ahora con Jesús? ¿Qué ha cambiado desde entonces? Quizás has experimentado paz, propósito o sanidad. Destaca la transformación, incluso si parece sutil.

Eso es todo. No necesitas palabras perfectas. Solo sé tú mismo.

Aquí tienes un ejemplo de cómo podría sonar:

¿Cómo era la vida antes de que conocieras a Jesús?
“Sentía que algo faltaba en mi vida. Siempre estaba buscando un significado pero nunca lo encontraba.”

¿Cómo conociste a Jesús? “Un amigo me invitó a la iglesia y por primera vez, sentí que el mensaje de Jesús hablaba directamente a mi corazón. Me di cuenta de que seguirlo era el camino hacia el significado que había estado buscando.”

¿Cómo es tu vida ahora con Jesús? “Ahora, tengo una paz que no puedo explicar. Ya no estoy buscando porque he encontrado mi propósito en Él.”

Es simple, claro y fácil de identificar. Y porque es personal, es poderoso.

Recuerda, compartir a Jesús no se trata de tener todas las respuestas, se trata de compartir tu corazón. Tu historia, por muy simple que parezca, podría ser lo que ayude a alguien más a acercarse a Jesús.

Dedica cinco minutos hoy a escribir tu historia. Luego pídele a Dios que te muestre a quién compartirla. Nunca sabes el impacto que podría tener

CV Global
29 Jul
2025
4
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¿Cuando Dios se mueve, te detendrás y escucharás?

“Compartiría mi fe, pero la oportunidad nunca se presenta.” ¿Te suena familiar? A menudo, estamos tan enfocados en nuestras rutinas que pasamos por alto las oportunidades divinas que Dios coloca en nuestro camino: momentos escondidos en interrupciones cotidianas, listos para ser aprovechados para compartir a Jesús.
“Compartiría mi fe, pero la oportunidad nunca se presenta.”

¿Te suena familiar? No estás solo. Muchos de nosotros nos hemos sentido así en algún momento.

Realmente queremos compartir a Jesús, pero en el ajetreo de la vida cotidiana, es fácil quedarnos en nuestras rutinas, perdiendo las oportunidades que Dios nos pone frente a nosotros. A menudo, no es que las oportunidades no estén ahí. Es que no siempre estamos dispuestos a que nos interrumpan. Porque aquí está la verdad: Dios a menudo trabaja en las interrupciones.

Entonces, déjame preguntarte ¿cómo lidias con las interrupciones? ¿Eres interrumpible?

Recientemente, alguien en la comunidad yesHEis compartió una historia sobre lo que sucedió cuando eligió ser interrumpible:

Iba de camino a encontrarse con su novio cuando notó a un hombre sin hogar cerca. Al principio, no quería detenerse él parecía un poco perdido, y ella tenía prisa. Pero algo le llamó la atención y sintió que el Espíritu Santo la instaba a detenerse.

“Sentí la necesidad de darlo todo—darle mi tiempo, mostrarle el amor de Dios y compartir el evangelio con él. Así que lo hice.

Lo que sucedió después fue sorprendente.

El hombre le preguntó “¿Qué significa la libertad para ti?” Ella le dijo que la verdadera libertad viene al conocer a Jesús.

Mientras hablaban, ella descubrió que él había sido criado como cristiano pero se había apartado. Compartió las luchas que enfrentan él y sus amigos adicciones al alcohol y a las anfetaminas. Ella le repitió suavemente que la verdadera libertad, la que él estaba buscando, se encuentra en Jesús. Y luego oró por él. Este no fue un momento de transformación dramática. Fue un momento de obediencia. Simplemente al ser interrumpible, ella plantó una semilla.

Entonces, ¿qué tan interrumpible eres tú?

Aquí hay tres maneras pequeñas pero poderosas de hacer espacio para las interrupciones de Dios hoy:

1. Reza para tener conciencia

Pídele al Espíritu Santo que te ayude a notar las personas y los momentos a tu alrededor. Estas oportunidades podrían surgir en el trabajo, en la tienda de comestibles, o durante tu trayecto matutino. Comienza tu día con: “Dios, ayúdame a ver dónde estás actuando hoy.”

2. Pausa Antes de Descartar

¿Ese tirón en tu corazón? ¿Ese nombre que viene a la mente? Haz una pausa. No te apresures a pasar por alto el empujón. Tómate un momento y pregúntale, “Dios, ¿eres Tú?” A veces solo necesitas estar dispuesto a detenerte e interactuar.

3. Reflexiona en Momentos Perdidos

¿Has sentido alguna vez un empujón que ignoraste o una oportunidad que dejaste pasar? No te sientes en la culpa—pídele a Dios que desarrolle tu sensibilidad y valentía para la próxima vez.

Un impacto real ocurre cuando nos permitimos ser interrumpibles. Dios siempre está trabajando él solo nos invita a unirnos.

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