La salud mental desde la perspectiva de Dios

Los cristianos no son inmunes a las luchas con la salud mental. Es una realidad. Podríamos reconocer que tenemos esperanza, amor y seguridad que trasciende cualquier pensamiento ansioso. Pero no podemos escapar del hecho de que somos mortales, imperfectos, y las presiones de este mundo pueden consumirnos.

Incluso las personas piadosas en la Biblia lucharon con su salud mental. Considera las siguientes declaraciones:

“¿ Hasta cuándo he de atormentar mi mente con preocupaciones y he de sufrir cada día en mi corazón?” <0><1>Salmo 13:2

“Mis lágrimas son mi pan de día y de noche.”
Salmo 42:3

“Parezco un hombre que se quedó sin fuerzas”
Salmo 88:4

¿Te sorprende que estos sean los pensamientos y escritos de seguidores fieles de Dios?

La realidad es que conocer y seguir a Jesús no te protege de las luchas de salud mental. David, en el Antiguo Testamento, luchaba claramente con pensamientos depresivos y ansiosos – sus salmos están llenos de ellos. Fue lanzado a la fama a una edad joven, su rey/suegro intentó matarlo – eso probablemente surgiría en la consejería – y sus fallas personales se hicieron muy públicas.

A pesar de todas estas cosas David tenía el favor de Dios y aún fue elegido para hacer Su obra. Dios mismo llamó a David 'un hombre conforme a su corazón' 1 Samuel 13:14. Las luchas de David con su salud mental no lo descalificaron, y las tuyas tampoco.

Dios no te ve como 'menos' debido a tus luchas. De ninguna manera estás descalificado para compartir a Jesús debido a tu salud mental. El camino para avanzar podría ser verte desde la perspectiva de Dios – y este podría ser tu mayor desafío.

Eres amado

Nada de lo que haces o experimentas te alejará del amor de Dios.

Eres perdonado

Su gracia cubre todos tus miedos y fracasos.

Eres cuidado

Él se preocupa por los detalles de tu vida.

Dios promete Su presencia

Él está contigo y nunca te dejará.

¿Cómo obtenemos la perspectiva de Dios?

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1. Lee tu Biblia.

Las Escrituras desmantelan las mentiras y fija tus ojos en Jesús.

2. Adora.

Colocar a Jesús como el Rey de tu corazón pone tus ansiedades en la perspectiva correcta.

3. Ora.

Comparte tu lucha con el Espíritu Santo y pídele que te dé una revelación de quién es Jesús.

4. Comparte.

Cuando llegue la oportunidad, comparte sobre la transformación interna que Jesús está haciendo.

Supera tus luchas de salud mental caminando cerca de Jesús y observa tu vida desde Su perspectiva.